Hay días en que la poca creatividad y productividad de uno le abandonan. Si si, se conoce que tienen cosas mejores que hacer que estar contigo, y tu te pasas todo el dia rascando el lápiz y mirándote las pelotillas del ombligo.
En momentos como esos hay dos opciones: irte a buscar tu creatividad hasta los confines del mundo o bajarte a la terracita del barrio y pedirte unos calamareses con unas bravas y una cervecita para pasar la tarde. Y aunque la tengo casi sin estrenar, mi creatividad es una cosa muy mia y a la que tengo mucho aprecio, así que he decidido ir a buscarla.
Me ha llevado todo el día y pasar algo de frío, pero por fin la encontré. Estaba con un esquimal con bastantes malas pulgas. Pero a pesar de hacer un frio que pelaba parecían pasarselo bastante bien, así que decidí unirme a ellos, que estaban disfrutando de unas bravas y unos berberechos que decían comemme! Una cervecitaa!...
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