11 de julio de 2009

El tren que nunca llegó (II)

...

De pronto sentí un escalofrío. La humedad de las botas estaba subiendo por mis piernas, calándome los huesos. Cerré los ojos deseando que el tren llegase pronto. Cuando los abrí, la gente corría hacia las escaleras. Del túnel salía un ruido atronador que no era el ruido característico del convoy. Salía fuego.

Yo también corrí. Estaba sola en el andén. La gente había logrado salir. Al llegar a las escaleras mi cuerpo se quedó estático. Por más que quería no me podría mover. De pronto, apareció un ser enorme que echaba fuego por la boca. Ví con asombro que el monstruo se dirigía a la salida como si también quisiera huir. Ni siquiera reparó en mí. De repente, cientos de enormes ratas saltaron de las vías al andén dirigiéndose al ser, al que se comieron en cuestión de segundos.

Cuando terminaron con su víctima repararon en mí. Una humedad caliente que salió de mis partes íntimas se juntó con la fría que salía de mis pies. Creo que me desmayé. Cuando desperté estaba en una cama de la habitación que parecía ser de un hospital. Estaba sola, no comprendía nada. No me acordaba de nada. No sabía que enfermedad tenía ni por qué estaba allí. Toqué al timbre para que viniera alguien y me diera una explicación. Cuando se abrió la puerta apareció una enfermera con cara de rata. Me quedé estupefacta y empecé a gritar. La rata me acercó un espejo y me dijo: “Mírate”. Lo que vi me volvió loca.

Salí de la cama corriendo. ¡Yo también era una rata! Abrí la ventana y me tiré al vacío. Según iba cayendo sonó algo que parecía una sirena. Cuando llegué al suelo el golpe me hizo echarme hacia delante.

¡Dios mío! Estoy en mi cama. Todo ha sido un sueño. La sirena era el despertador. Eran las seis. Me levanté. Fui a la ventana, subí la persiana. Estaba nevando. Bajé la persiana y me volví a la cama. Hoy no cogería el metro.





Y esta es la historia.
El texto no es que sea santo de mi devoción, pero no había elección. Si de algo me ha servido este ejercicio ha sido para ver que este tipo de trabajos no son lo mio. ¡Hay tanta información del texto que se pierde porque solo pueden ser nueve cuñas! ¡¡Ay si pudiese hacerlo en cómic!!...

Como siempre, gracias por vuestro tiempo.
Jesús

3 comentarios:

  1. Un par de dibujos más en la segunda parte y habría sobrado el texto.
    Expresivos y sencillos los dibujos y modesto el autor, como siempre.

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  2. Hola Jesus, por casualidad me he topado con tu blog, con gran sorpresa he podido ver que le has puesto imágenes a uno de los relatos que colgue en tus relatos.com. Mi nombre es Julia Garci-Nuño la autora de ese texto que no es santo de tu devoción pero que sin embargo te ha animado a dibujar.
    Te perdono por el comentario y te felicito por los dibujos.
    Seguire visitandote. Jajajaj yo también soy de Vallekas

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  3. Muy buenas, Julia.
    Siento haber tardado en contestarte. Me alegro de que te hayan gustado los dibujos que le puse a tu texto. Si sirve de algo, tampoco los dibujos son "santo de mi devoción", creo que es algo bastante común cuando tienes que trabajar en profundidad con el material que sea. ¡Y nosotros tuvimos que releer muchísimo tu texto para sacarle todo el jugo a los detalles!
    Por cierto ¿solo cuelgas tus historias en tusrelatos, o tienes algun blog? En cualquier caso, espero que sigas escribiendo mucho, vecina! ;)

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